STORM CUBE
Storm Cube, ha sido concebido como una obra de arte total y universal. La cohabitación en un mismo espacio de escultura, arquitectura e ingeniería hacen de la obra un punto de referencia en la historia del arte. Del mismo modo, la riqueza de contenido simbólico invitará al hombre contemporáneo a cuestionarse sus más profundas convicciones e inquietudes.
La génesis
Vi a lo lejos hombres de toda raza y condición. Les vi como extenuados por las aguas heladas, les vi sin fuerzas para gritar, y aunque fuesen miles y miles el silencio era sepulcral. Esta presencia me recordó a Dante en el infierno, en lo más profundo, allí estaban todos petrificados en el helado lago. Es este sin duda un momento histórico único, un momento que nos debe servir para entrar en un silencio profundo, un silencio capaz de despertar en el hombre aquella sed primigenia del Bien. Toda noble actividad humana, está caracterizada por una impronta que nos hace únicos: la razón y la búsqueda de la trascendencia. El arte, por encima de todas esas actividades, se yergue como una enorme columna a lo largo de los siglos, una columna que ha servido de apoyo para el hombre extenuado, pero a la vez para cimentar todas las grandes civilizaciones.
Proyecto 3D
La complejidad de la obra reside en hacer dialogar entre si una serie de materiales y de formas propios del mundo arquitectónico, industrial y artístico.
Una gran escultura de cinco metros en bronce del personaje arquetípico de Noé se yergue en las entrañas de un paralelepípedo de cristal de ocho metros de alto y se apoya en una base de travertino romano. Dicho paralelepípedo cuenta con una superficie interna de dieciséis metros cuadrados y unas aristas inferiores de cuatro metros cada una.
Dentro, en todo el espacio, se ha realizado con un equipo de ingenieros una reproducción de lluvia que cae desde el techo, regulable según las necesidades.
De tal manera que el espectador que atraviesa el umbral por cualquiera de las cuatro aberturas, accederá al espacio monumental entrando en interacción con la obra.
Proyecto Técnico
Aquí podrás ver en profundidad todos los aspectos técnicos de la obra realizados con un equipo de ingenieros, un arquitecto (Augusta Petrucci) y el propio artista.
EQUIPO ARS PULCHRA
Este proyecto ha sido llevado a cabo gracias al esfuerzo común del equipo Ars Pulchra que con trabajo infatigable busca manifestar la potencia del Bien y la Verdad a través de la materia.
Ars Pulchra es un equipo de personas que trabajan con un espíritu unido en un nuevo amanecer de la Belleza en una época que se debate entre el rechazo al Bien común, y un trashumanismo que nos hace pensar al hombre como una mercancía de consumo.
FABRICE HADJADJ
Escritor, filósofo, director del Instituto Philanthropos
La figure de Noé n’a jamais été plus contemporaine qu’aujourd’hui. Nous sommes dans un Déluge à sec : réchauffement, désertification, rareté de l’eau potable, perte de la diversité des vivants. Chacun perçoit l’urgence de bâtir une arche, mais personne ne sait comment faire, et finit par fuir dans le divertissement généralisé (fût-ce en visionnant des documentaires écologistes).
L’arche est aussi un défi pour l’art. Quelle œuvre est capable, sinon de répondre, du moins de rendre témoignage aux exigences de notre époque (cette époque qui n’est plus un époque, selon Günther Anders, mais un délai) ? La transgression, l’iconoclasme était de mise dans un monde pétrifié dans ses conventions, mais aujourd’hui que tout semble voué à disparaître, le marteau ne rencontre que le vide, les choses tombent en morceaux avant qu’il ne les atteignent. L’art le plus contemporain doit-il donc devenir conservateur ? Alors autant ne plus faire d’œuvre d’art, mais des réserves naturelles, ou des reliquaires pour le dodo et le grand pingouin. Certains délaissent ainsi la culture pour la nature : à l’heure où les oiseaux s’éteignent, à quoi bon même les peindre – faire des médaillons mortuaires sur leur pierre tombale ?
Avouons que nous ne savons trop que faire, mais que cette impuissance, devenue prière, intensifiée jusqu’à la supplication, doit être manifestée. Quelle nef pour préserver la Terre ? Et qui, résistant aux sirènes animaliste ou transhumaniste, pourra sauvegarder l’humanité ? Le marteau ne doit plus tant chercher à briser les idoles qu’à construire l’arche du salut. L’art est comme suspendu au marteau de Noé.